miércoles, 3 de octubre de 2012

El rescate o la vida


Antonis Samarás, primer ministro griego, decía a un periodista: “¿Crees que alguien puede ser feliz siendo primer ministro de Grecia? (...) Este es el trabajo más duro del mundo. Es solo dolor”. ¿Si a usted le parece duro, desde su posición y salario, imagínese que les parece a los cientos de miles de trabajadores griegos que están en la calle o no pueden alimentar a sus hijos. 

Cuando todos pensamos que lo lógico y normal es que Europa corra al auxilio de los países con problemas, vemos como la realidad nos golpea duramente.

Grecia lleva dos semanas revisando su nuevo plan de recortes, el cuarto en tres años. La Troika no parece satisfecha con las medidas adoptadas y solicita un poco más de sangre. Cualquiera diría que estuviésemos hablando de patricios enfervorecidos en las gradas de un gran circo romano. A la vista de los acontecimientos, queda claro que la Troika son los nuevos patricios y el resto sus fieles esclavos. Da igual que el anuncio el nuevo ajuste anunciado de 11.500 millones incendiase las calles helenas la semana pasada.


Es justo recordar que llevamos tres años de recortes y protestas. Desde que, a principios de 2010, comenzaran a aprobarse planes de ajuste y de austeridad, las protestas sociales no han dejado de extenderse por los países más afectados por la crisis.

Todo comenzó, precisamente, en Grecia en mayo de 2010 el programa de 100.000 millones de euros del FMI y la UE provocó violentas manifestaciones. Tres personas murieron en un incendio. En Noviembre de ese mismo año, a Irlanda le fueron entregados 85.000 millones de euros para reflotar los bancos condicionándolo a una estricta disciplina presupuestaria.

A continuación llegó el turno de nuestros vecinos portugueses. José Sócrates, dimitió en Marzo de 2011 y dos meses después la UE y el FMI aprobó un plan de ayuda de 78.000 millones de euros a cambio de recortes y programas de austeridad.

A finales de 2011, llegó el putsch europeo. Ese instante en el que Europa entró de lleno en la era post democrática. Yorgos Papandreu y Silvio Berlusconi, primeros ministros elegidos en las urnas, fueron destituidos por las presiones de la Troika y el poder financiero. Los nuevos planes de austeridad y recortes impuestos provocaron numerosas protestas.

Llegó 2012 y con él un nuevo programa de austeridad para Grecia en Febrero. Chipre también solicitó la ayuda económica a la UE. Ahora que entramos en el mes de Octubre sabemos que Grecia volverá a aplicar nuevos recortes.

El gusto por la agonía parece gustar a los popes del sistema y España ve retrasar su rescate. Lo que podríamos denominar como "trampa para turistas" comienza a hacer su trabajo. La cuestión es que Alemania y otros socios menos relevantes como Finlandia, no ven nada claro el rescate en este momento y podrían pedir condiciones durísimas si España tomara la decisión.

Y en esta fiesta macabra también contamos, como no, con los servicios de una agencia de rating. La agencia Moody´s "ha indicado que continúa con la revisión de la calificación de la deuda española cuyo resultado estaba previsto anunciar para finales de septiembre". (El País, 2-10-2012)

A la vista de la situación actual, las aseveraciones de gobernantes como Rajoy de que saben perfectamente lo que hacen, y lo hacen por nuestro propio bien, sólo nos pueden despertar desconfianza… y alarma.

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