martes, 4 de diciembre de 2012

La regeneración del socialismo alavés

Juan Carlos Alonso. Vitoria-Gasteiz

Creemos firmemente que es precisa una regeneración del PSE-EE de Álava que recupere e incorpore los valores fundamentales del socialismo, adaptados a nuestra realidad actual: las personas como prioridad, el trabajo, la honestidad y la austeridad, la transparencia, el debate crítico, y la participación. Nuestro principal afán de cara al próximo Congreso del socialismo alavés es el de definir una nueva forma de trabajar, pegada a ras de suelo, próxima a la gente, en la que la cercanía y la inmediatez sean nuestras señas de identidad.

Reivindicamos la cohesión del PSE de Álava. Pero ésta debe ser fruto de un proceso de suma de ilusiones, de discusión de ideas, de aportación de propuestas. El Partido Socialista no es un mero repetidor de consignas, sino una fábrica de pensamiento. Y, consecuentemente, no vestimos uniforme ni pensamos de forma clónica, ni consumimos ideas enlatadas o precocinadas. Hay diferentes culturas y diferentes opiniones; un mestizaje de orígenes e ideas que nos hace mejores y que aporta matices que enriquecen el proyecto en su conjunto.

Defendemos la pluralidad, hacia dentro y hacia fuera. Y esa es nuestra grandeza. Por tanto, uniformidad, consignas o adhesiones inquebrantables son conceptos extraños a la socialdemocracia; porque el disenso, la discrepancia y el debate no constituyen ruptura ni deslealtad alguna. La crítica, y la autocrítica fundamentalmente, son inherentes a la izquierda.

En ese sentido, apostamos por un desarrollo del proceso congresual en Álava en plena libertad, obedeciendo a nuestra tradición histórica, con contraste de ideas y de formas de hacer. Por eso, los nombres no son nuestra prioridad principal. Lo importante es el modelo, una nueva forma de hacer política en que todas y todos somos necesarios. El próximo proceso congresual debe servirnos para comprometernos en la búsqueda de nuevas ideas en torno a las que redefinir un proyecto de hondo calado progresista. Este es nuestro impulso.

Necesitamos interpretar adecuadamente una nueva realidad, junto con las causas de la desafección de la ciudadanía hacia la política. Analizar por qué la gente que nos apoyó en el pasado no encuentra hoy razones para revalidar su confianza. Ahora toca. Nuestra opción, por tanto, es una propuesta de regeneración, con objetivos relevantes como los de rearmar, resetear o refundar, si se prefiere, el socialismo alavés, devolviéndole la utilidad a la política para dar respuesta a los problemas de la gente. Se trata, sin duda, de la legítima aspiración de convertir la indignación en acción política, a través de propuestas construidas de la mano de la gente en torno al socialismo alavés.

En mi opinión, el socialismo debe diseñar la pista de aterrizaje de los progresistas alaveses. Y para ello es inaplazable abrir el partido y modernizarlo sin complejos. Para ello debemos incorporar con naturalidad mecanismos de primarias, listas desbloqueadas o listas abiertas, nuevos modos más directos de elección de nuestros representantes, tanto orgánicos como institucionales, que hagan posible y creíble un proyecto compartido para la izquierda alavesa.

Para ello es básico depositar la confianza en militantes y simpatizantes, habilitando mecanismos de participación efectivos. Ecologistas, izquierdas huérfanas, vasquistas, republicanos, en fin, todos aquellos empeñados en convertir la indignación en acción política y recuperar la utilidad de la política. Nuestro secretario general ha dicho que nuestro viejo partido se ha vuelto un partido viejo y los congresos son la ocasión de renovarlo, de modernizarlo, de revitalizarlo, de regenerarlo para recuperar la interlocución permanente con la sociedad. Interlocución con quienes padecen los efectos de la crisis. Con los que hoy son los parias de la tierra, los licenciados mileuristas, los universitarios sin opciones, los indignados, los pequeños empresarios y autónomos, los jóvenes que se quedan en la cuneta, los que emigran sin saber si regresarán. Los cooperantes y los dependientes. Quienes aguardan un desahucio o un ERE. Con los más de 27.000 parados alaveses.

Nos aguarda una tarea titánica, pero apasionante. Y eso se hace abriendo de abajo a arriba el partido; sin miedos, sin complejos. Si somos capaces de llevar el socialismo a pie de calle, de estar con la gente y de escucharla, de abrir el partido a la sociedad, recuperaremos la utilidad de la política. En Álava el socialismo está vivo. Y los socialistas estamos dispuestos a impulsar una regeneración que nos haga acreedores a la confianza de los ciudadanos y ciudadanas alaveses. Confiamos en estar a la altura.
 

(Artículo publicado en El País - País Vasco el 3 de diciembre de 2012).

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