lunes, 4 de junio de 2012

Social democracia de la pobreza

La socialdemocracia siempre ha tenido como una de sus premisas implícitas la idea que existía un sobrante que estaba mal repartido. Sobre esta base, cierta en las economías en expansión, ha conseguido en muchos países una distribución del bienestar que no tiene precedente en la historia de la humanidad. Sin embargo la crisis actual plantea un escenario, bastante desarrollado en Grecia, en el que no se ve sobrante y en el que va apareciendo cada vez más desigualdad.

 ¿Pero que hacer en tiempos de crisis? Los del PP han optado exclusivamente por políticas de austeridad, mientras aprovechan que "el Pisuerga pasa por Valladolid" para imponer sus dogmas económicos privatizadores. Al tiempo aplican la estrategia del ventilador, exculpando de desastres cuando se trata de los suyos y asignando responsabilidades exclusivas a lo que hicieron los demás. Parece claro que no van por buen camino.

¿Y qué respuesta existe? Pues respuesta clara no hay. La socialdemocracia pretende actuar con comportamientos democráticos y renuncia por tanto a acciones impositivas como las que se producen en los regímenes de matriz comunista. No propugna políticas autoritarias  que históricamente se han revelado incapaces de crear riqueza que repartir y que no se basan en la voluntad democrática de la población.

Pero me gustaría hacer una distinción metodológica. Una cuestión es salir de la crisis y otra cosa es restablecer la justicia. Creo que en la izquierda se están confundiendo estas dos cosas. Por ejemplo, una medida que promueve igualdad y que es de justicia, tal como ampliar los límites de las condiciones para tener ayudas sociales no tiene porqué ser buena para salir de la crisis. Sin embargo es totalmente deseable en las circunstancias actuales. O por otra parte, son necesarias medidas de austeridad que tomadas con los medios que proporciona la ley pueden producir y producen efectos claramente injustos.

Sin embargo muchos de los análisis de izquierda sobre la crisis confunden estos planos, proponen medidas que dicen son apropiadas para salir de la crisis porque son justas. Frases como ¡Qué paguen la crisis los que la han provocado! expresan un buen deseo, pero no un camino para la solución. Desgraciadamente las leyes económicas, si la palabra ley se puede aplicar a la economía, son bastante crueles y muchas veces entienden poco de justicia.

Si algo no hay duda es que ahora somos globalmente más pobres de lo que éramos hace tres años. Y tiene que ser asumido. Pero la socialdemocracia tiene también un papel en esta época de vacas flacas: mitigar los daños en la matriz social. Evitar que so pretexto de salir más rápido de la crisis se machaque a la población profundizando en la desigualdad.

 Imagen de http://www.ecoportal.net

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