domingo, 24 de marzo de 2013

Diálogos imposibles


Julio Herrero Romero. @HerreroJulio jherrero2007@gmail.com


Cuando Laura Mintegi intervino en el Parlamento Vasco, haciendo referencia al “origen político de las víctimas”, poco imaginaba que sus palabras iban a ser analizadas, desmenuzadas e interpretadas con tanta intensidad por parte de analistas, propios y extraños. Hay quien ve en ellas una justificación de los crímenes de ETA, o simplemente la exculpación de toda una terrible historia de asesinatos de “raíz política”, que se producen por “la falta de diálogo” entre los que empuñaban las pistolas y los que morían por sus balas. ¡Difícil relación ésta! Algunos se han apresurado a contestar que “el que mata a un hombre no defiende una doctrina, sólo mata a un hombre”, lo que debería ser fácilmente entendido, pero a veces el empecinamiento hace derivar hacia intentos de justificación imposibles que, no por dichos con fingida ingenuidad, resultan aceptables.

En el fondo subyace la idea de si la violencia política, que llega hasta el aniquilamiento del adversario, puede en algún caso ser aceptable cuando los fines lo “justifican”. Terrible cuestión que ha configurado la historia pero que ha sido analizada y rebatida en los múltiples tratados sobre la formación de los estados democráticos, haciendo mención a la violencia “legítima” patrimonio de ellos.

Se puede coincidir con Mintegi en que la falta de diálogo es una causa de los conflictos políticos, pero no que la consecuencia “inevitable” sea la muerte del adversario, y mucho menos que se quiera encontrar en ella la justificación para quienes practicaron tan execrable doctrina. Dudo que, tras las palabras de la representante de EH Bildu, haya tanta “esencia política” como se ha querido ver, máxime cuando vemos el contexto en que se hicieron, replica parlamentaria, pero a veces las verdades del corazón aparecen cuando el cerebro pierde la calma.

En cualquier caso la fiscalía ya se ha ocupado de entrar en el “jardín” y poner en duda la inviolabilidad del Parlamento, al abrir una investigación sobre si se ha podido cometer un delito de “enaltecimiento del terrorismo”. Al fiscal superior del País Vasco se le llena la boca con “el cuidado que hay que tener en que no se humille a las víctimas” reconociendo que puede “constreñir la libertad en el ejercicio de las opiniones”, incluso en sede Parlamentaria. ¡Cortos argumentos para tan grave decisión!

No hay comentarios:

Publicar un comentario