lunes, 18 de marzo de 2013

Nuevos gestos

Julio Herrero Romero. @HerreroJulio jherrero2007@gmail.com

El Papa Francisco dice lo contrario de la Iglesia que el médico de nuestro cuerpo: “que si no camina adelgaza”. En eso, como en tantas cosas, la iglesia se comporta de forma distinta a los humanos, y quizás por ello es tan longeva. Estos días hemos vivido el grandioso espectáculo de la elección del nuevo dirigente de esta multinacional de la fe, que proclama en su doctrina estar cerca de los que menos tienen, pregonando incluso ser más difícil la salvación de un rico que "un camello pase por el ojo de una aguja" - que aunque haga referencia a una pequeña puerta, no deja de ser complicado -. Y sin embargo las imágenes que nos llegaban de la magnificencia y boato de esa curia de cardenales, perfectamente ataviados para la ocasión, no era la representación de los desheredados del mundo. Los detalles que sorprenden - por algo será - hacen referencia a la humildad del nuevo obispo de Roma que se trasladó de vuelta a la residencia en autobús, junto al resto, lo que por lo que se ve era impensable. O que pagó el hotel, que no debe ser lo habitual a la vista del eco obtenido. Que no vistiera la esclavina púrpura, ribeteada de armiño, también ha sido muy celebrado o el hecho de que no usara el latín sino el italiano en su primera alocución, son detalles que los más de cinco mil periodistas destacados al evento han destacado, pronosticando de esa manera grandes cambios en la iglesia. Habrá que ver el sentido de los cambios ya que algunas sombras aparecen en el pasado del nuevo pontífice y no son pocas las que hablan de su posición en lo que se ha llamado la ética sexual de la Iglesia, tan necesitada de revisión y también de contrición. Pero mientras en el Vaticano aparecía la fumata, en Europa, el Tribunal de Estrasburgo le daba un repaso a nuestra legislación sobre el desarrollo de los desahucios, lo que al parecer va a obligar a ser más cuidadosos con las cláusulas que los bancos imponen en sus contratos. Ahora ya no nos podrán poner intereses usureros y nos tendrán que avisar un par de veces antes de echarnos. Pues bien. Pero no parece que esto vaya a satisfacer a los miles de víctimas de engaños, abusos e incluso extorsión que la permisividad de la legislación española ha generado. ¿Dónde estaban los nombrados “defensores del pueblo” hasta ahora? Reunidos.

Artículo publicado el 17 de marzo en Diario Noticias de Álava.

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